¿Cómo perdonar a mi pareja tras una infidelidad y volver a confiar? Guía práctica

Cómo perdonar una infidelidad y volver a confiar Guía práctica

Descubrir una infidelidad es uno de los golpes emocionales más intensos que puede vivir una persona dentro de una relación. Aparecen el dolor, la rabia, la confusión y pensamientos que se repiten constantemente: “Quiero perdonar, pero no sé si podré”, “¿Y si lo vuelve a hacer?”, “¿Soy débil si decido seguir?”.

Perdonar no significa olvidar ni justificar lo ocurrido. Si decides iniciar ese camino, el objetivo no es ignorar lo que pasó, sino sanar el daño, recuperar tu seguridad emocional y elegir con claridad si quieres continuar o no.

Esta guía práctica está pensada para ayudarte a entender qué necesitas, qué pasos puedes dar y cómo iniciar el proceso de perdón sin presionarte y sin traicionarte a ti misma.

¿Se puede perdonar una infidelidad?

Sí, hay personas que logran perdonar una infidelidad, pero no es automático ni sucede solo con el paso del tiempo. El perdón es posible cuando hay tres condiciones:

Reconocimiento real del daño causado
Compromiso visible de reparación
Decisión libre de perdonar, no forzada por miedo o dependencia emocional

También debes saber que no perdonar es igual de válido. Hay personas que descubren que su bienestar está fuera de esa relación, y eso no es fracasar: es elegir cuidarse.

Cómo saber si estás preparada para perdonar una infidelidad

No se puede perdonar desde el shock o desde la rabia extrema. Antes de avanzar, necesitas parar y escucharte, no decidir deprisa. El primer objetivo no es reconciliarse, sino recuperar estabilidad emocional.

Ejercicio – 2 preguntas clave

Primera: ¿Quiero intentar entender lo que ha ocurrido, aunque duela? (Entender no es justificar).

Segunda: ¿Quiero explorar la posibilidad de seguir o necesito distancia para protegerme?

Si tu respuesta es “no lo sé”, también es válida. Estás en proceso, y forzarte solo aumenta el dolor.

Qué no hacer después de descubrir una infidelidad

Cuando estás herida, es fácil actuar desde el impulso. Pero hay conductas que, aunque comprensibles, terminan empeorando la situación:

No busques todos los detalles de la infidelidad pensando que así tendrás control. A veces saber más solo aumenta el dolor.

No vigiles móvil, redes o movimientos constantemente. La vigilancia no da seguridad, da agotamiento.

No utilices la infidelidad como arma para castigar en cada conversación. Si cada diálogo es un juicio, no habrá espacio para reconstruir. Este tipo de bloqueos suelen transformarse en una auténtica crisis de pareja por falta de comunicación, donde cada intento de diálogo termina en reproches o silencios.

No lo lleves en silencio. Aislarte no te hace fuerte, te deja sola con el dolor.

Ejercicios prácticos para iniciar el proceso de perdón de la infidelidad

Antes de comenzar con los ejercicios, muchas personas necesitan primero trabajar el trauma emocional que deja una infidelidad, ya que las heridas emocionales pueden bloquear cualquier intento de perdón.

Ejercicio 1 – Carta privada de desahogo

Escribe una carta que no vas a enviar y completa estas frases: “Lo que más me dolió fue…”, “Lo que aún no entiendo es…”, “Para empezar a confiar necesitaría…”. Este ejercicio te ayuda a sacar lo que reprimes y a ver con claridad qué necesitas realmente.

Ejercicio 2 – Poner límites sin explotar

Cuando sientas que la conversación te supera, di: “Ahora no puedo hablar de esto. Te avisaré cuando esté preparada.”
Esto te permite protegerte sin desconectarte del todo y frena discusiones que solo empeoran las cosas.

Ejercicio 3 – Acuerdo temporal de comunicación

Puedes proponer algo como: “Necesito que estés disponible cuando quiera hablar, pero no quiero que me preguntes cada día si estoy bien. Te lo diré cuando pueda.”
Así evitas tanto el silencio total como el agobio constante.

Ejercicio 4 – Observar hechos, no suposiciones

Después de una infidelidad, la mente inventa historias dolorosas: “Seguro que sigue hablando con esa persona”. Antes de reaccionar, pregúntate: ¿Tengo pruebas o es un pensamiento? Si no hay hechos claros, identifícalo como “sospecha, no evidencia”. Esto no quita el dolor, pero te ayuda a diferenciar realidad de miedo.

Ejercicio 5 – Reacción consciente ante un disparador

Si algo te activa (un mensaje, un retraso, una actitud rara), en lugar de explotar o callarte, aplica esta regla:

1. Nómbralo mentalmente: “Esto me ha removido”.
2. Gana tiempo antes de responder: “Voy a esperar 30 minutos antes de hablar”.

Esta pausa te permite responder desde la calma y no desde el impulso.

Ejercicio 6 – Pedir hechos, no promesas

Después de una infidelidad, escuchar “te prometo que cambiaré” ya no basta. En lugar de pedir promesas, pide acciones concretas, como: “Si quieres que confíe, necesito que me informes cuando salgas” o “Si te lo pregunto, respóndeme sin enfadarte”.

El perdón no se gana con palabras, sino con coherencia sostenida.

Conclusión

Perdonar no es olvidar lo que pasó. Es decidir cómo quieres vivir a partir de ahora. A veces se perdona para seguir. A veces se perdona para cerrar sin rencor. A veces aún no se puede perdonar, y eso también está bien.

Lo importante es que la decisión sea tuya, no del miedo, ni de la presión, ni de la soledad.

Si quieres saber cómo trabajamos el perdón y la confianza tras una infidelidad desde la terapia de pareja online, aquí puedes verlo en detalle.

¿Cómo perdonar a mi pareja tras una infidelidad y volver a confiar? Guía práctica

Preguntas frecuentes sobre cómo perdonar una infidelidad

¿Cuánto tiempo se tarda en perdonar una infidelidad?

No existe un plazo universal. El perdón llega cuando hay reparación emocional, no solo cuando pasa el tiempo. Algunas personas necesitan meses, otras más. Lo importante no es la rapidez, sino que el proceso sea real.

¿Se puede volver a confiar después de una infidelidad?

Sí, pero la confianza no vuelve con palabras, sino con hechos repetidos. No se trata de creer ciegamente, sino de sentir que hay seguridad de nuevo.

¿Y si quiero perdonar, pero no consigo olvidar?

Es normal que el recuerdo permanezca durante mucho tiempo. El objetivo no es borrar lo ocurrido, sino que el recuerdo deje de doler con la misma intensidad. Si el dolor no baja con el tiempo, es señal de que necesitas trabajarlo de forma acompañada.

¿Puedo perdonar una infidelidad aunque aún no confíe del todo?

Sí, el perdón y la confianza no vuelven al mismo tiempo. Puedes comenzar un proceso de perdón aunque todavía sientas desconfianza. El perdón es una decisión interna; la confianza se reconstruye con el tiempo y con hechos.

¿Es buena idea seguir con mi pareja solo “para intentarlo”?

Depende. Si ambos estáis dispuestos a hacer cambios reales, intentarlo puede tener sentido. Pero si solo uno pone esfuerzo y el otro espera que todo vuelva a ser como antes, lo único que se alarga es el sufrimiento.

¿Tengo que contarle a todo el mundo lo que ha pasado?

No. Compartir lo ocurrido puede ayudarte si lo haces con personas que te apoyan de verdad, pero no estás obligada a dar explicaciones a nadie. Tu proceso de perdón no tiene que ser público.

¿Cómo saber si realmente le he perdonado o solo estoy aguantando?

Una señal clara es cómo te sientes internamente: si sigues acumulando resentimiento, revisando el pasado cada día o sintiendo que estás renunciando a ti misma para mantener la relación, quizá aún no hay perdón sino resistencia.

Fuentes y referencias sobre crisis de pareja y terapia de pareja online

Alcalde, N. P. (2013). Atención terapéutica a la pareja: infidelidad, una herida ética. Familia: Revista de ciencias y orientación familiar, (47), 65.

Barta, W. D., y Kiene, S. M. (2005). Motivations for infidelity in heterosexual dating couples: The
roles of gender, personality differences, and sociosexual orientation. Journal of Social and
Personal Relationships, 22, 339-360.

Canto Ortiz, J. M., García Leiva, P., y Gómez Jacinto, L. (2009). Celos y emociones: Factores de la
relación de pareja en la reacción ante la infidelidad. Athenea digital: revista de pensamiento
e investigación social, (15), 039-55.

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Psicólogo sanitario y psicoterapeuta. Formación y enfoque Cognitivo-Conductual. Graduado en psicología por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y mención en psicología de la salud e intervención en trastornos mentales y del comportamiento. Especialista en problemas psicológicos y terapia de pareja.

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